Eterno resplandor de una mente sin recuerdos

Director: Michael Gondry.
Guionista: Charlie Kauffman.
Año: 2004.
Duración:108 minutos.
Reparto: Jim Carrey, Kate Winslet, Elijah Wood, Kirsten Dunst entre otros.






Michael Gondry, más conocido por filmar videos musicales de Bjork o Chemical Brothers, se adentra por completo en el lenguaje del cine en esta película utilizando para ello toda su estética cargada de colores, imágenes equívocas y movimientos de cámaras fantásticos. No es esta su primera obra cinematográfica. Ya antes había realizado "Human nature" con una tibia recepción de la crítica. En "Eterno resplandor..." dirige y además participa del guión junto al aclamado Charlie Kauffman ("El ladrón de orquídeas" y "¿Quieres ser John Malcovich?").
La historia es simple, algo así como , chico conoce a chica. La parte cautivante del asunto es el desordenado e imbricado desarrollo que se le da al argumento acompañado todo de saltos temporales importantes y momentos en los que no se sabe si la fantasía es fantasía y la realidad es realidad.
Sintetizando la historia dice así:
Joel Barrish (Jim Carrey en uno de sus mejores roles junto a Truman en "The Truman Show") conoce a Clementine (Kate Winslet) y empiezan una relación amorosa. Barrish , persona aburrida y monótona no encaja a la perfección con la rebelde y alocada Clementine quien rápidamente se hastía de su novio y decide recurrir a la empresa Lacuna la cual tiene por objeto borrar a las personas de tu mente. Eso hace ella y Barrish despechado hace lo mismo y sus recuerdos van borrándose desde el más reciente hasta llegar al primero, pero mientras le borran a Clementine de la cabeza se arrepiente y comienza un surrealista escape dentro de la mente de Barrish acompañado por su novia. Al final no lo logran y el tratamiento cumple su efecto. Barrish la ha olvidado completamente y a su vez Clementine tambié lo ha borrado. El problema se suscita cuando ambos nuevamente se conocen pero por una circunstancia fortuita saben de su anterior relación lo cual los lleva a elegir entre quedarse juntos o disfrutar el momento.

Esta historia se parece a tantas leídas en las novelas como "Crónica de una muerte anunciada" de García Márquez y en la obra "Edipo Rey" de Sófocles donde el destino se presenta como algo imperativo e ineluctable. Tiene que ver la película con un cliché muy extendido, aquello de que cuando el amor irrumpe lo hace sin más, sin importar si las cosas no funcionan del todo bien o nunca funcionaron. La sensación se repite aunque la experiencia diga que terminará todo mal.
Por eso el gran filósofo y matemático Blaise Pascal decía: " El corazón tiene razones que la razón no conoce ".